Modernizan la carretera Pochutla–Huatulco

Sandra Luz Roldán

En la franja costera donde el mar se encuentra con la selva y los pueblos viven entre la brisa y la espera, la carretera federal 200 comienza a transformarse. El tramo que une San Pedro Pochutla con Santa María Huatulco —uno de los más transitados y emblemáticos de la región— está en plena modernización. No es solo una obra de ingeniería: es una promesa de conexión, seguridad y desarrollo para más de 950 mil habitantes que dependen de esta vía para vivir, comerciar y soñar.
Con una inversión de mil 309 millones de pesos, el proyecto avanza con paso firme. El subsecretario de Infraestructura de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Juan Carlos Fuentes Orrala, encabezó el recorrido de supervisión, acompañado por autoridades federales y estatales. “Pasaremos de una carretera de siete metros de ancho a una de doce, con rectificación de curvas. Las obras representan una complicación temporal para los usuarios, pero el beneficio será permanente”, afirmó durante su visita.
La modernización contempla 30 kilómetros de intervención, desde el kilómetro 209+500 hasta el 234+843.77. Se ampliará el ancho de corona, se construirán dos carriles de circulación con acotamientos, y se mejorarán las curvas para garantizar trayectos más seguros y ágiles. Además, se realizan trabajos de terracería, drenaje, pavimentación con base hidráulica y asfáltica, carpeta de concreto asfáltico y señalamientos.
La meta es clara: concluir el tramo en diciembre de 2025. Para ello, se trabaja en tres frentes simultáneos, reflejo del compromiso institucional por acelerar los procesos constructivos y cumplir los tiempos programados. La carretera no solo conecta destinos turísticos; también enlaza comunidades que dependen de ella para acceder a servicios básicos, mercados regionales y oportunidades laborales.
Durante la gira, Fuentes Orrala también supervisó los trabajos en la autopista Barranca Larga–Ventanilla, acompañado por el director general del Centro SICT Oaxaca, Gilberto Hernández Morales, y por representantes de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE). Se revisaron los avances en la estabilización de taludes entre los kilómetros 36+000 y 56+000, una tarea clave para garantizar la seguridad estructural de la vía.
En palabras de los ingenieros que recorren el terreno bajo el sol oaxaqueño, esta carretera no solo se amplía: se dignifica. Porque cada curva rectificada es una historia que podrá contarse sin sobresaltos. Cada metro pavimentado es una posibilidad de que el turismo llegue más lejos, que los productos locales encuentren nuevos mercados, que las familias viajen con menos miedo.