Arte, color y tradición en el “Camino al Mictlán” de Xoxocotlán

 

Santa Cruz Xoxocotlán, Oax., 31 de oct, de 2025. — En el corazón de los Valles Centrales, Xoxocotlán vuelve a llenarse de luz, color y aroma a copal. Un sendero de arte y tradición recibe a las familias que cada año acuden a los panteones del municipio para reencontrarse con sus seres queridos, en ese retorno amoroso que solo esta tierra sabe celebrar.

Junto a integrantes del Cabildo, la presidenta municipal Nancy Benítez Zárate dio la bienvenida a quienes este viernes recorrieron las diferentes expresiones artísticas y visitaron Xoxocotlán para vivir la tradición. “Sean bienvenidos y bienvenidas a esta Fiesta de los Fieles Difuntos 2025. Xoxo abre su alma para compartir la magia y el profundo simbolismo de esta festividad”, puntualizó.

Desde San Antonio Arrazola, cuna del arte en madera, veinte dragones de copal tallados por manos xoxeñas conquistaron las miradas de visitantes y habitantes. Estas majestuosas figuras, creadas por Artemio Raymundo Ibáñez Ramírez, “El Señor de los Dragones”, representan la unión entre la tradición, el arte y la fantasía, y reflejan el eterno equilibrio entre la vida y la muerte, herencia viva del arte popular oaxaqueño.

En el marco de la Fiesta de los Fieles Difuntos 2025, el sendero “Camino al Mictlán” se convirtió en un recorrido lleno de historia y espiritualidad. Exposiciones fotográficas como “Imagen de los Fieles Difuntos” y “Una Mirada a la Tradición”, del maestro Rafael Aquiles Juárez Pérez, plasmaron en imágenes el arraigo y la devoción que dan identidad al pueblo xoxeño.

El arte también cobró vida con las creaciones del maestro Eloy Pérez Aquino, cuyas piezas dialogan con la memoria y honran a quienes habitan el recuerdo. Niños y jóvenes participaron con una exposición de pinturas neón, resultado de talleres impulsados por el Ayuntamiento, mientras que una muestra de piezas prehispánicas recordó el origen ancestral del culto a la muerte, símbolo de respeto y continuidad.

Del 31 de octubre al 2 de noviembre, arte, tradición y espiritualidad se fundieron en el corazón de Santa Cruz Xoxocotlán, iluminando con su misticismo y color el paso entre la memoria y la eternidad.