¿Qué es el Día Naranja y por qué se conmemora?
- La sociedad no puede ser permisiva ante los actos de violencia contra las mujeres y las niñas
- La violencia de género es un problema estructural, así como también su solución
Oaxaca de Juárez, Oax. 25 de marzo de 2018. El 17 de noviembre de 1999 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas declaró el 25 de noviembre como Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres; sin embargo, en Latinoamérica esta fecha se conmemora desde 1981 en honor a las tres hermanas dominicanas conocidas como Las Mariposas Mirabal que fueron asesinadas el 25 de noviembre de 1960, por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo, del que eran opositoras.
En 2008, la ONU promovió la campaña ÚNETE con el propósito de instar a la opinión pública y a los gobiernos de los estados parte, emprender acciones para prevenir y erradicar la violencia hacia las mujeres, la cual daba indicios terribles de aumentar. Al ver que los esfuerzos hechos hasta la fecha no eran suficientes, en julio de 2012 se proclamó el 25 de cada mes como el Día Naranja, cuyo propósito es “hacer conciencia sobre la violencia contra las mujeres y las niñas y actuar en consecuencia”, bajo la convicción de que este flagelo social afecta a todas y todos por igual.
La campaña mundial invita a usar una prenda o distintivo como el listón naranja del lado derecho del corazón, el cual simboliza el rechazo a la violencia contra las mujeres, así como participar en las actividades que desde las instituciones o la iniciativa privada se organicen y dar testimonio en las redes sociales.
En México, cuatro de cada 10 mujeres ha sufrido violencia por parte de su pareja sentimental, ocho de cada 10 no solicitó apoyo de ningún tipo ni presentó una denuncia al momento de recibir los ataques; 28% no lo hizo porque consideraron la agresión un “acto sin importancia”; 19% se abstuvo por miedo a las consecuencias y 17% por vergüenza.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 (ENDIREH), siete de cada 10 mexicanas han experimentado algún tipo de agresión durante toda su vida y de ellas, 49% refirieron haber sido víctimas de violencia física, 29% económica o en el trabajo, 34% física y 41% sexual.
Ante este panorama, la sociedad oaxaqueña no puede ser permisiva y aceptar la naturalización de este delito cuyo origen es estructural e igualmente estructural en su solución, pues la erradicación de la violencia de género es responsabilidad de todas las personas y todos los sectores.